Rubén e Iñaki

Esta boda fue una sorpresa para mí desde el principio hasta el final. Con nervios, ilusión, carreras, cambios de última hora... una locura, pero de esas locuras que estimulan y que gustan. La ceremonia estuvo cargadísima de emociones, con palabras de algunos invitados, alguna lagrimita, un montón de abrazos y sonrisas y hasta carcajadas.

Los resultados me gustaron muchísimo y también a los novios.
Por privacidad solo puedo mostraros unas cuantas imágenes, pero creo que bastan para hacerse una idea.

Después de la boda civil, hicieron una ceremonia de arena, que nunca había visto. Cada uno llevaba un bote con arena de un color diferente y las mezclaron en un tercer bote, simbolizando su unión.